martes, 30 de diciembre de 2014

Unos sí, otros no: un grupo de empleados de comercio ya obtuvo su bono de fin de año y genera malestar en el resto

Ante la negativa de las cámaras privadas, Armando Cavalieri canalizó el reclamo sólo en las grandes empresas, como supermercados, shopping y tiendas de electrodomésticos. Sin embargo, la negociación despertó reclamos en sectores que quedaron excluidos y sacó a la luz otras demandas

El Sindicato de Empleados de Comercio obtuvo un bono de fin de año de entre $1.000 y $2.000 para un sector de sus afiliados, pertenecientes a las grandes cadenas comerciales, en medio de un clima de malestar alimentado por el rechazo de las cámaras privadas del rubro a otorgar un plus a todos los mercantiles.
En las últimas semanas, la entidad liderada por Armando Cavalieri, que acaba de ser reelegido como secretario general de la filial porteña, logró un extra en la tienda Falabella ($1.300), los mayoristas Vital, Jaguar, Diarco y Makro ($1.300), los supermercados Walmart ($1.500), Coto ($1.600) y Carrefour ($1.700), y las cadenas Disco, Vea y Jumbo, del grupo Cencosud ($1.800).
También abonaron un adicional las empresas de electrodomésticos Frávega, Garbarino y Musimundo ($1.700), las operadoras de las tarjetas de crédito Visa, Mastercard y American Express ($2.000) y las autopistas, que en el caso excepcional de AUSA llegó a $10.000.
Sucede que, en lugar de entablar negociaciones con las cámaras del sector, tal como lo hicieron otros gremios, Cavalieri pidió el bono sólo a las "grandes superficies" ante la imposibilidad que alegan las Pymes de pagarlo.
De esta manera, el benefició fue acordado sólo en un 25% del total de empresas de comercio, un rubro donde, según las estimaciones del gremio, trabajan un millón cien mil personas, que en su mayoría se desempeñan en pequeñas firmas de no más de 10 empleados.
"Solicitamos un monto promedio de $2.000 a los principales establecimientos, y los supermercados además entregaron bolsones de comida, como lo hacen tradicionalmente", confirmaron a iProfesional fuentes cercanas a Cavalieri.
El pedido de una suma para las fiestas cobró impulso a fin de año de la mano de los reclamos sindicales por la pérdida de poder adquisitivo a causa de la inflación y el Impuesto a las Ganancias.
Ese escenario llevó a los petroleros, aceiteros, camioneros, obreros de la construcción y telefónicos, entre otros, a negociar en diciembre un bono de entre $3.500 y $6.000 para todos sus afiliados, mientras los metalúrgicos todavía aguardan cerrar una cifra con los industriales de su sector.
Frente a la creciente presión gremial, la Cámara Argentina de Comercio (CAC) se adelantó al pedido de Cavalieri y sepultó cualquier expectativa de que el conjunto de los mercantiles pudieran obtener un bono de fin de año, por lo que el gremio decidió limitar la discusión a las empresas más importantes, al igual que en los últimos años.
"Hasta ahora no fue elevado un pedido a las cámaras. Yo me anticipo a decir que el plus ya está incorporado en la paritaria", dijo a este medio el titular de la CAC, Carlos De La Vega.
El empresario se refirió así a la suma no remunerativa de $1.200 que los trabajadores de comercio cobraron a principios de diciembre, luego de que en agosto percibieran el mismo monto, como parte del acuerdo firmado en mayo pasado, que significó una suba del 29% en los salarios.
Sin embargo, desde el sindicato rechazaron que esa cifra representara un bono de fin de año y aseguraron que se trata de una parte del ingreso negociado en paritarias.

Malestar

La modalidad de negociar el plus por empresa despertó malestar en sectores del gremio, que se sintieron excluidos del beneficio recibido por una parte minoritaria de los empleados de comercio y creen que el mismo debería extenderse a todos los trabajadores de la actividad.
"Estamos bastante desgastados de discutir por empresa, esto lo podemos plantear en las mismas paritarias y las compañías pueden pagar más. Esta modalidad nos limita mucho en Capital y el Conurbano bonaerense", reconoció un dirigente mercantil que integra la conducción del gremio y prefirió el anonimato.
En efecto, los empleados de la cadena Rodó realizaron el martes de la semana pasada un paro y lograron forzar a la firma a que pague por primera vez una suma de fin de año, al igual que el resto de los grandes comercios.
Desde la oposición también criticaron la falta de iniciativa para discutir el bono con las entidades empresarias y cuestionaron incluso el porcentaje de aumento salarial negociado durante las paritarias.
"Por detrás de cualquier otro gremio, la burocracia del sindicato ni siquiera planteó el tema del bono de fin de año ante las cámaras de comercio. Esto es aún más grave si se considera que el 27% de aumento en cuotas de la última paritaria (más una suma remunerativa de 2.400 pesos) fue pulverizado por una inflación que orilla el 40% anual", sostuvo la agrupación Combativos Mercantiles en un comunicado.
En tanto, los síntomas de descontento llegaron al interior del país. Mientras algunas seccionales llegaron a un acuerdo, como es el caso de San Juan ($800 a $2.500) y Misiones ($1.000), en el sur hubo manifestaciones y los empresarios tuvieron que dar respuesta a otros reclamos.
A principios de diciembre, los empleados de comercio protestaron en las sucursales de los supermercados La Anónima e Hipertehuelche, en Comodoro Rivadavia, en reclamo de un bono navideño similar al que obtuvieron el resto de los mercantiles en Chubut.
En tanto, el Centro de Empleados de Comercio de Neuquén firmó semanas atrás un convenio con la cadena Coto por el cual se otorgará a los trabajadores un adicional del 20% en concepto de zona desfavorable.
Además, acordaron el pago de las horas extra al 100% los fines de semana.
Por otra parte, el gremio liderado por Cavalieri recibió una presión extra de la Asociación del Personal Profesional y Jerárquico de Comercio, que el lunes pasado consiguió un bono de $3.000 para todos los empleados de Cencosud.
La organización, que agrupa al personal de mayor categoría desde 2006 y carece de personería gremial para sentarse en paritarias, bloqueó la semana pasada las puertas del Shopping Unicenter, en la localidad bonaerense de Martínez, en reclamo por el "solapamiento" en los sueldos y la "galopante inflación actual".
Así, el grupo de capitales chilenos, que ya había entregado una suma de $1.800 a mediados de diciembre, otorgó $1.200 adicionales a los jerárquicos liderados por José Miguelez, un dirigente alineado a la CGT opositora que encabeza el camionero Hugo Moyano.
Además, la asociación mercantil pactó con Carrefour un plus de $2.500 para los administrativos, $2.800 para jefes, y $3.300 para subgerentes y gerentes.

Descanso

Otro de los reclamos que ganó protagonismo entre los empleados de comercio en el último tiempo es el de la reducción de la jornada laboral durante los fines de semana, algo que ya se aplica en la provincia de La Pampa así como en distintas localidades de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y San Juan.
La semana pasada, la Cámara de Diputados de Santa Fe repudió, mediante un proyecto de declaración, "que un supermercado haga trabajar en un horario fuera del habitual", en referencia a Coto.
En paralelo, la demanda de limitar la jornada llegó al Congreso de la Nación, donde avanza una iniciativa con el objetivo desalentar que los grandes establecimientos permanezcan abiertos los sábados y domingos.
La misma ya recibió dictamen favorable por parte de la comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados, por lo cual, está lista para tratarse en el recinto.
Si bien la Ley de Contrato de Trabajo establece que corresponde pagar con un 100% de recargo los días sábados -después de las 13 horas-, como así también los domingos y feriados, además de otorgar un franco compensatorio, esto no se cumple ya que el decreto 2284/91 de desregulación económica suprimió dichas condiciones.
En este marco, la comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados comenzó a analizar el proyecto para que se limite el empleo durante 35 horas (desde las 13 del sábado hasta las 0 horas del lunes).
El proyecto cuenta con el apoyo de CAME así como de otras entidades que agrupan a pequeños y medianos empresarios, mientras que las grandes cadenas se muestran en contra de la iniciativa, dado que en ese lapso de tiempo registran su principal caudal de ventas.
La iniciativa de ley, que afecta a trabajadores que se desempeñan los fines de semana, establece que la actividad laboral durante esos días tendrá que ser remunerada con un recargo del 100%, contrariamente a lo que estipula el actual decreto de desregulación.
Además, remarca que si se trabajase en la mencionada banda horaria del fin de semana y se omitiera dar el descanso compensatorio en tiempo y forma, el empleado puede comunicar formalmente -24 horas antes como mínimo- que el franco lo tomará a partir del primer día hábil de la semana siguiente. En este caso, la empresa obligatoriamente tendrá que abonar el sueldo habitual con el recargo.

http://www.iprofesional.com/notas/203157-Unos-si-otros-no-un-grupo-de-empleados-de-comercio-ya-obtuvo-su-bono-de-fin-de-ano-y-genera-malestar-en-el-resto?page_y=0

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