Desde la Casa Rosada aseguran que la economía está bien y atribuyen la incertidumbre a la "cadena del desánimo", pero la proliferación de negocios cerrados muestra la otra cara del espejo. Los argentinos están más cautos, gastan menos y los empresarios sufren la caída en ventas
Por Guadalupe Piñeiro Michel
No hace falta ser un experto en consumo para darse cuenta de que los dueños de locales comerciales no atraviesan su mejor momento.En un intento por aguantar la situación, muchos comerciantes anticipan las liquidaciones y hacen lo "imposible" por tratar de mantener los descuentos -con variantes tales como las rebajas en la segunda unidad o por pago en efectivo- y procuran sostener hasta donde más pueden la opción de pago con tarjeta de crédito para no perder clientes.
Sin embargo, ya es evidente que las promos vienen cada vez con menos beneficios.
En tanto, para aquellos que no tienen "espalda suficiente" para lidiar con los crecientes gastos, como sucede con los alquileres y servicios o con los aumentos salariales, la situación es más complicada dado que frente a las ventas que no repuntan no les queda otra alternativa que endeudarse o, tarde o temprano, tomar la difícil decisión de "bajar las persianas".
Y es en las principales avenidas de la ciudad de Buenos Aires donde esta problemática resulta más notoria, en las que proliferan los locales vacíos. Pero esta situación no sólo se presenta en los pequeños y medianos negocios sino que también se puede advertir en algunas cadenas que se vieron forzadas a disminuir la cantidad de sucursales.
"Estamos en una situación de alerta amarilla", afirmó Vicente Lourenzo, secretario de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), quien además manifestó su preocupación: "No llega a ser una crisis, pero sí existe una gran incertidumbre que afecta al sector".
"Evidentemente se vende menos y no cualquiera aguanta", remarcó el ejecutivo de CAME.
Más allá del relato... algo está pasando
Los locales vacíos son una clara muestra de que el relato del Ejecutivo sobre la situación económica presenta algunas fisuras.
A diferencia de los cuestionables índices oficiales y de los discursos del gabinete que atribuyen la sensación de incertidumbre y la consecuente escalada del blue a "la cadena del desánimo", los negocios cerrados son una señal irrefutable de que algo sucede y de que eso mismo impacta en el consumo.
"Se nota que hoy existen más locales vacíos que lo habitual", advirtió el economista Martín Leal.
Y lo atribuyó a una caída en el nivel de gasto de los argentinos que, a la hora de las compras, se muestran más cautos.
En este sentido, puntualizó que hay "datos que demuestran que el consumo está creciendo a tasas muy bajas". Y destacó que ello se se puede apreciar tanto en los shoppings como en los supermercados y más aún en negocios pequeños que "esperan" a que ingrese algún cliente.
La cautela se hace notar
La actitud más medida en materia de gastos por parte de las familias argentinas responde, básicamente, a dos motivos: la preocupación por el futuro económico -justamente en un año electoral- y el atraso en el cierre de paritarias.
Al respecto, Leal enfatizó: "El consumo baja por miedo y porque el dinero de la gente alcanza para menos ya que, en muchos casos, no les actualizaron el salario".
En este contexto, una encuesta de la consultora CCR reveló que más de la mitad de los jóvenes (de entre 18 y 30 años) a la hora de llenar el changuito prefieren llevar las marcas más baratas, mientras que los adultos (que superan los 40) se inclinan directamente por reducir sus compras.
En tanto, de acuerdo con el documento, "un 39% disminuyó la adquisición de productos que no son imprescindibles".
Con respecto a los rubros más afectados, Leal aclaró que "los sectores más castigados en el contexto actual son aquellos vinculados con las compras discrecionales".
Y señaló que son los locales de indumentaria y aquellos asociados al esparcimiento, tales como los restaurantes. "En estas categorías las ventas están decreciendo o creciendo a una tasa muchos más baja", aseguró.
Otros factores que afectan a los locales
Los especialistas consultados por iProfesional destacaron como uno de los aspectos que complican el bolsillo de los dueños de locales al precio creciente de los alquileres.
"Muchos de los negocios que están cerrando son aquellos que firmaron un contrato de locación en 2010 en pleno boom de consumo y que ahora, aproximadamente dos años más tarde, necesitan renovarlo pero se encuentran con serias dificultades para afrontar ese gasto", explicó Lourenzo.
"En ese momento, se había salido de la crisis de 2009 y el consumo estaba en alza, pero hoy el panorama cambió. La expectativa no es tan favorable como en ese entonces y a veces las cifras no cierran", destacó.
Pero éste no es el único problema. Según Lourenzo, "en Capital Federal, el ABL también subió mucho y no cualquiera puede soportar esta situación".
Y hasta el "veranito extendido" jugó en contra para los negocios de ropa, ya que gran parte de los argentinos prefirieron postergar las compras de prendas de la temporada otoño-invierno. De acuerdo con un informe de la CAME, abril fue "atípico" debido a "las vicisitudes climáticas, la prudencia de los consumidores y algunos ruidos en el mercado cambiario que dificultaron las ventas".
Asimismo, el contexto macroeconómico no ayudó. Los expertos afirman que la suba del blue, las restricciones cambiarias, la inflación, las paritarias y el escenario pre-electoral conformaron un "combo" que "hace que la gente se asuste y cuando esto pasa, las personas empiezan a consumir menos", aseveró Lourenzo.
En esta línea, Leal apuntó que los argentinos están "a la expectativa y viendo un poco qué ocurre con la economía".
Autos: la excepción a la regla
A pesar de que el consumo evidencia una caída palpable en la calle existe una categoría parece escapar a la generalidad y todavía se mantiene a flote: los autos.
De hecho, según los datos revelados por la Asociación de Concesionarios Automotrices de la República Argentina (ACARA), en mayo el número de vehículos patentados ascendió a 89.644 unidades, lo que mostró una suba del 17%, comparado con el mismo mes de 2012, en el que se habían patentados 76.389 vehículos.
El informe indicó también que el crecimiento es del 10% en meses consecutivos. Es decir, si se lo compara con el mes de abril de este año en el que se habían patentado 81.788 autos.
Los expertos explicaron lo que ocurre en este segmento afirmando que la compra de automóviles es considerada un buen negocio.
"El caso de los autos es una excepción a la regla porque se trata de un bien muy particular y los argentinos lo ven como una muy buena inversión", concluyó Leal.
http://www.iprofesional.com/notas/160430-Realidad-mata-relato-los-locales-vacos-ya-forman-parte-del-paisaje-y-evidencian-la-cada-en-el-consumo
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