domingo, 23 de diciembre de 2012

Bariloche: crónica de una explosión


Los saqueos ocurridos durante el día de ayer son parte de la profunda crisis social por la que atraviesa la sociedad barilochense y su potencialidad explosiva. No son una novedad, ya que Bariloche está fracturada socialmente. Por Razón y Revolución.
  
Bariloche se caracteriza por la presencia, en su interior, de dos ciudades. Una, ubicada hacia el oeste de la ciudad que incluye a la población del centro y de los “Kilómetros”, que contiene a la burguesía, la pequeña burguesía, y algunas fracciones de la clase obrera. Este “sector” se asigna el carácter de impulsores del desarrollo económico de la ciudad orientado hacia el turismo. La otra, ubicada hacia el sur, sureste, es conocida como el “alto”, cuya composición social predominante es la clase obrera, estigmatizada como la culpable del atraso económico y los disturbios sociales. El “alto”, que incluye en su interior una cantidad importante de barrios, es la zona que debe ocultarse ante la presencia de los turistas, por esta razón, a sus habitantes se los hostiliza para que no sean visibilizados. Esta situación de exclusión no es nueva, más bien se trata de un esquema que se viene repitiendo a los largo de la historia de la ciudad. Sus habitantes, sin embargo como veremos, se niegan a ser borrados de la historia. Hace dos años, hubo un alzamiento de la población sobrante de El Alto el 17 de junio de 2010, cuando la policía asesinó a dos muchachos.

Los saqueos y su caracterización

Cerca de las fiestas, organizaciones de El Alto solicitaron al intendente Goye una ayuda alimentaria para la población más empobrecida. Al efecto, la municipalidad se comprometió a repartir tickets alimentarios. Sin embargo, nada de eso llegó a los barrios. Por lo tanto, comenzaron las movilizaciones. Todo comenzó cuando alrededor de 50 individuos, pertenecientes a la fracción desocupada de la clase obrera ingresaron cerca de las nueve horas al supermercado Chango Más, de la cadena Wall-Mart, ubicado en El Alto, sobre la ruta 40, en busca de alimentos. La irrupción inmediata de las fuerzas de seguridad desborda la situación. A los destrozos en el interior del supermercado, le sigue una batalla campal entre ambos grupos, en la playa de estacionamiento del lugar. A las balas de goma, garrotazos y gas lacrimógeno, los obreros respondieron con pierdazos. La imposibilidad de continuar con su metodología de lucha en el lugar llevo a los obreros a realizar un piquete sobre la ruta 40 que contó con la quema de neumáticos y de un automóvil. El movimiento se repliega para luego volver a concentrarse y accionar en conjunto contra la multinacional. Se suman contingentes obreros llegando a superar las 150 personas, que terminan ocasionando múltiples destrozos.

Pasado el mediodía varios grupos obreros se unen a la lucha. La revuelta se descentraliza y se extiende a otros puntos de la ciudad. Cerca de las 14 horas un grupo ataca las instalaciones del Centro de Distribución de Supermercados La Anónima, ubicado en el Barrio San Francisco III, con el objetivo de obtener sus demandas. Ante el intento de entrega de alimentos por parte del personal del lugar, los obreros desbordan la situación y atacan las instalaciones. La presencia de efectivos policiales provoca una batalla en la zona que incluyó balas de goma y pedradas. La presencia obrera se hizo sentir hasta pasada las 20 horas. Al mismo tiempo, en las instalaciones del supermercado mayorista Diarco, ubicado en la intersección de Ruta 40 y Circunvalación, en el “alto”, se produce una nueva avanzada obrera contra la propiedad burguesa. Este grupo logra desbordar a las fuerzas de seguridad y producen nuevos saqueos. Mientras tanto nuevos grupos de obreros se hacen presente en dos supermercados de la cadena TODO, ubicados en Onelli y La Paz y en Almirante Brown y Beschtedt, fueron saqueados ante la mirada atónita de las fuerzas del orden. Ambos quedan totalmente destruidos.

Ante el avance de otros grupos que se acercan al centro de la ciudad, comienza el cierre masivo de comercios con la suspensión de actividades escolares y administrativas. El gremio de empleados de comercio anuncia un paro total de actividades a partir de las 14 horas. A las 15 horas aproximadamente, un grupo se instala en las inmediaciones del supermercado La Anónima, ubicado en Albarracín y O´Connor, donde se produce un nuevo enfrentamiento con la policía. A las balas de goma se le suman las gomeras que los uniformados utilizan para dispersar la movilización. La batalla se prolonga hasta que el movimiento se disuelve. Ante esta situación, un grupo que logra desprenderse de la situación saquea el frigorífico Soria. En esta situación se produce el primer detenido. Otro grupo, por su parte, saquea la distribuidora mayorista Mapri, ubicada en la calle Beschtedt, cerca de Brown.

A las acciones mencionadas se sumaron saqueos en varios comercios menores como la “Casa Elvira” sobre la calle Onelli. Los comercios afectados por saqueos, robos y destrozos, rondaría los treinta locales. Fue saqueada la Subcomisaría 77 cercana a Chango Más, y el puesto caminero.

Durante toda la noche se registraron incidentes, en particular, sobre la calle Onelli, que incluyó el disparo de armas de fuego. A las 22 horas ingresa al hospital zonal el primer accidentado. Se trata de un menor de 15 años que recibió un disparo de bala en el tórax, sin saber la procedencia. Alrededor de las 3 de la madrugada la sucursal del supermercado Todo, ubicada en la intersección de las calles Onelli y La Paz, sufrió pequeños focos de incendio. El saldo final arrojó tres detenidos, de los cuáles dos son menores, 18 policías heridos y un manifestante herido de bala.

Las respuestas

A toda esta crisis social, se suma una crisis política. El intendente responde al Frente Para la Victoria y depende directamente del senador Piccheto. En cambio, el gobernador proviene del FREPASO y había acompañado a Soria, proveniente del PJ disidente. Hasta el día de hoy no se afilió al PJ, aunque hace diez días prometió hacerlo antes de fin de año. Y prometió que “dará pelea” a Piccheto”, según sus declaraciones. Sin una identificación clara con la Casa Rosada, la interna entre la gobernación y la intendencia comenzaron a raíz de las listas para el 2013. A todo esto, en El Alto todavía predomina el aparato punteril de la UCR. El intendente denunció hoy que no había podido desmontar el sistema asistencial heredado y que no pudo repartir los vales de comida porque no recibe fondos y tiene una deuda de 55 millones de pesos. Es decir, la oposición interna busca canalizar el descontento social contra Cristina. Ante la ausencia de las organizaciones de izquierda, el reclamo quedó sumergido en la desesperación y en las internas que no terminan de solucionar las verdaderas causas del saqueo: la mala condición de la vida del obrero desocupado o subocupado.

Los sucesos ocurridos en el día de ayer se venían anunciando desde hacía varios días. El intendente Omar Goye lo reconoció públicamente. Sin embargo, prefirió viajar a Buenos Aires antes que enfrentar la situación. Ante el estallido social su respuesta fue la siguiente: “los rumores de posibles saqueos a supermercados existen”, y respondió: “No concordamos con esto (por esa mecánica de protesta), por eso estamos instrumentando alternativas a los aportes que ya realizaron empresas privadas alimenticias” (1). Según el intendente, “nos anticipamos a esa situación, convocando hace dos semanas y media a los supermercadistas y solicitándoles aportes, acordes a la facturación de cada uno”, y precisó que “sólo el supermercado Diarco no colaboró”. En total “se llegó a recaudar sólo el 12 o 15 por ciento del monto que pedimos”. En cuanto a la metodología de distribución, Goye sostuvo que no hubo listado oficial porque el reparto “no es excluyente”, y atiende “a la necesidad de la gente”. La distribución realizada el pasado viernes correspondió a 500 vales por 200 pesos (2).

El senador Pichetto, por su parte, acusó a los partidos de izquierda, en un intento de estigmatizarlos. Indicó que "los atacantes son grupos organizados con fuertes componentes ideológicos y no debe descartarse que su objetivo sea provocar un efecto espejo en otros lugares del país”. Como vemos se desentiende de la situación y no ve la crisis social que arrastra a la población que él gobierna a cometer semejante hecho.

Para la diputada nacional Silvina García Larraburu, "las necesidades que atraviesa Bariloche son muchas y variadas, pero de ninguna manera se puede permitir que el reclamo justo de muchos sectores de la comunidad, quede desvirtuado por un pequeño grupo anárquico y violento. Los consideró “premeditados y organizados con una clara intencionalidad desestabilizadora”.

El diputado nacional Hugo Castañón sostuvo que "Esta serie de hechos no hacen más que dejar en claro que hay individuos a los que no les importa la gente que está pasando momentos económicos difíciles, ya que los utilizan de excusa para cometer esta serie de delitos”.

Para el ministro de gobierno, Luis Di Giácomo se trata de “grupos vandálicos” y que no se trató de un “estallido social” sino más bien de gente que quería saquear electrodomésticos.

El gobernador Weretilneck ordenó enviar un refuerzo policial de 150 efectivos, y sostuvo que: "no estamos en presencia de hechos que tengan que ver con conflictividad social o cuestiones que tengan que ver con la supervivencia de la gente, entrar a romper vidrieras, entrar a robar un televisor o quemar un auto es otro mensaje". En cuanto al gobierno “popular”, su respuesta a la crisis social fue el envío de 400 gendarmes a la zona para reprimir a los manifestantes.

En cuanto a los representantes del movimiento obreros, Walter Cortés, del sindicato de comercio, dijo que los saqueos fueron "cobardes y premeditados y que su gremio va a defender los puestos de trabajo de sus afiliados, por lo cual estaban dispuestos a defender los supermercados no saqueados” y, Ovidio Zúñiga, de los gastronómicos, dijo estar "sorprendido por la violencia y tipo de saqueo”, Para él todo fue “premeditado y organizado” (3).

No faltaron periodistas que acusaron a esta población desesperada de no estar movida por el hambre, ya que habrías “robado plasmas y electrodomésticos”. Como esta gente nunca pasó necesidades, no comprende cierta regla elemental: intentar llevarse la mayor cantidad de valor en el menor espacio posible. Un plasma o una computadora equivalen a un mes de comida transportado en dos brazos.

Como hemos podido apreciar, el protagonista de la jornada fue la clase obrera de El Alto, en particular los desocupados, en especial los jóvenes y mujeres. En Bariloche existen problemáticas estructurales que no han podido resolverse con los diferentes gobiernos. La exclusión social a la que son sometidos los obreros de los barrios más sumergidos, con situaciones de miseria muy aguda, provocó una crisis social que tuvo en los saqueos su expresión más notoria. El gobierno y las centrales sindicales han decidido lavarse las manos y responder con represión. Las acciones de esta masa desbordaron las fuerzas de seguridad y demostraron su potencial. El movimiento se encuentra aún en germinación, sumamente disperso. Su predisposición a tomar sus problemas en sus manos ya ha sido revelada, falta un programa y una organización que los aglutine.

Notas 
1. ANB 20/12/2012 
2. Ídem 
3. Diario Río Negro, 20/12/2012

Fuente: Razon y Revolución

http://anred.org/spip.php?article5669

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