COTO LA DESPIDE POR SUS OPINIONES EN FACEBOOK.

 La empresa de supermercados Coto se infiltró en el facebook de una empleada y la despidió porque la trabajadora denunciaba en la red social, los abusos patronales que la firma cometía contra ella y sus compañeros de trabajo. Este despido se suma a otros y a innumerables prácticas de persecución sindical que existen en esa empresa, conocida en el país por su persecución a todo trabajador y trabajadora que tenga actividad sindical, o simplemente, manifieste cualquier tipo de adhesión por ideas contrarias a las implantadas a fuerza de golpizas, despidos y amenazas por parte de los punteros de los recaudadores del sindicato, en muchos casos operan bajo la figura de "delegados". Todo comenzó cuando a fines de 2012, cuando la supervisora de la sucursal donde trabajaba la joven, resolvió otorgarle de forma arbitraria y discrecional las vacaciones en pleno mes de noviembre, esta es una forma habitual de maltrato que sufren la madres que trabajan en esa firma, por otra parte al personal con menos antigüedad y sin carga de familia, les otorgó la licencia vacacional durante los meses de enero y febrero. El favoritismo: otra de las herramientas que las patronales utilizan para dividir al personal. La trabajadora habló con sus "delegados" del Sindicato de Empleados de Comercio de Capital Federal que conduce el empresario multmillonario Armando Oriente Cavalieri, estos le dijeron que intervendrían pero nunca lo hicieron. No conforme, comenzó a buscar información, quería saber si eso que le obligaron a firmar era legal, el sentido común le indicaba que una trabajadora con hijos debiera tener algún tipo de prioridad por sobre el personal sin hijos y con menos antigüedad. Tenía razón. El convenio colectivo y la ley de contrato de trabajo son claros en este punto: “El personal que tenga hijos en la escuela primaria, tendrá preferencia con relación al resto, para que el otorgamiento de las vacaciones tenga lugar durante la época de receso de las clases”. Así lo dice el Art. 75 del CCT 130/75. Indignada por la situación injusta, publicó este dato en su perfil de Facebook y lo compartió con sus compañeros de trabajo, a partir de allí, ese espacio que hasta entonces era el medio de intercambio de momentos de esparcimiento se convirtió en un sitio de debate donde los trabajadores comenzaron a conocer derechos elementales del contrato de trabajo que la empresa Coto jamás respeta. Desde entonces, la asamblea sindical que jamás tuvieron oportunidad de tener y que son inexistentes en la empresa Coto encontró su ámbito en la red social. Advertida de este problema la empresa comenzó a indagar en los perfiles de su personal hasta constatar quien era la persona convocante del debate. Los delegados también se vieron en un problema y un día se acercaron al puesto de trabajo, “vinieron a apretarme, me dijeron que tuviera cuidado lo que publicaba en facebook y que me “fijara” a quienes tenía de amigo me dijeron esos traidores”. Luego la visitó la directora de recursos humanos de la empresa y le reiteró su queja por los comentarios del facebook. Lo mismo hizo luego la psicóloga que envío la empresa para revisar su "malestar". A pesar de la persecución y todo el cóctel de violencia laboral que la empresa descargó sobre ella, pudo resistir los embates cada vez más agresivos y en esa resistencia y el “ciberactivismo” que ideó fue provocado un proceso de concientización entre sus compañeros, inédito hasta entonces en estas geografías empresariales dedicadas a tiempo completo y con recursos infinitos a "prevenirlos". Ya existiendo, a corromperlos, "asociarlos" o, al menos, neutralizarlos. Fracasando en estos intentos, se han dedicado a "difamarla", "perseguirla" y finalmente "despedirla" aún sin poder siquiera "dibujarle" una causa. El sábado 12 de enero, la jefa y el gerente del local Gustavo Sampayo, célebre en youtube y entre la gerencia de Coto por su sobresaliente conducta maltratadora, le informaron que la trasladaban de sucursal, los delegados Gonzalo y Eduardo alias “El cuervo” advertidos por la gerencia se borraron y ya no le respondieron los mensajes. La ausencia del Sindicato de Empleados de Comercio de Capital Federal no sólo es palpable por este abandono del ejercicio de representación sindical en el lugar de trabajo sino de cualquier otra forma de representación más allá de aquella que pueda garantizarles solvencia económica. Intentó llamar a la linea de Gloria Coto -una especie de linea directa con la esposa del dueño para informar lo que pasa en las sucursales pero en realidad es un arma para detectar el activismo gremial-quería saber los detalles de su situación en la nueva sucursal, ya que le dieron mal los horarios y trabajó horas de más, en el segundo día, directamente no le permitieron desayunar, la atendió una tal Laura Corvo, que con todo el cinismo propio de Coto, le dijo que fuera a trabajar tranquila en su tercer día. Al mismo tiempo que le enviaban el telegrama de despido.

http://empleadosdecomerciocta.blogspot.com.ar/2013/01/coto-la-despidio-por-sus-opiniones-en.html