El coseguro es el valor de la prestación médica que el afiliado paga de su propio bolsillo. Suele ser más accesible en las consultas para el primer nivel de atención –en consultorios médicos–, pero alcanza valores altísimos en internación o prácticas complejas. En la Obra Social para Empleados de Comercio y Actividades Civiles (Osecac), el coseguro estaba a 4 pesos, pero ahora ese valor trepó a 24 pesos.
En Osecac enfrentan dos problemas: el creciente impacto que tienen los monotributistas en su padrón de afiliados, y el éxodo de empleados de comercio, los afiliados naturales, que salen en busca de otras prestadoras que les den mejor cobertura. Sucede que Osecac ha ido perdiendo calidad de prestación por una cuestión financiera.
En su base de afiliados creció la franja que aporta menos, y en contrapartida el costo de los servicios ha ido en constante incremento. Los monotribustistas, al igual que las empleadas de servicio de casas de familia, se incorporaron a un plan de regularización que impulsó el Gobierno Nacional, con la posibilidad de acceder al beneficio jubilatorio y a una obra social. Pero la avalancha que registraron las obras sociales sindicales ahora se convirtió en un bumerang.
La Confederación General del Trabajo (CGT) empezó a presionar a la administración de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para que las obras sociales frenen la incorporación de monotributistas, empleadas de servicio de casas particulares y monotributistas sociales a su padrón de afiliados. Se trata de un universo de 5 millones de aportantes.
De prosperar la iniciativa, las obras sociales sindicales se quedarían sólo con sus 11 millones de aportantes “naturales”, que son los que más aportan.
Sucede que los aportes de uno y otro son totalmente distintos. Por un trabajador de comercio Osecac recibe el 3 por ciento de aporte personal y el 6 por ciento por parte del empleador, una cifra promedio que suele acercarse a los 450 pesos. Pero por monotributistas, 93 pesos, y por las empleadas de servicio de casa de familia, la cuota de afiliación es de 60 pesos.
En Osecac plantean el problema de un modo crudo: están perdiendo calidad de prestación, y se están yendo los afiliados naturales. “Antes, para un ginecólogo dábamos turnos para una semana, y ahora estamos dando turnos para 20 a 25 días”, dijeron desde la obra social.
El problema se agudiza si se tiene en cuenta que la mayoría de los afiliados a Osecac de la categoría monotributista está en la categoría más baja de aporte, una situación que juzgan inequitativa. “Hemos visto afiliados que vienen a buscar una orden, y se bajan de una Hilux (una camioneta de alta gama). Ese no puede estar aportando el mínimo, pero no es nuestra tarea salir a controlar cuál es el monto de aporte que tienen; eso lo tiene que hacer la Administración Federal de Ingresos Públicos”, dicen.
Algunas obras sociales –no todas, y ninguna lo dirá en voz alta– ponen trabas cada vez más fuertes para impedir la afiliación de monotributistas y empleadas de servicio particular como forma de ponerse a salvo del desfinanciamiento.
Para salir de ese atolladero, las obras sociales sindicales, con la CGT a la cabeza, procuran que el Gobierno Nacional habilite algún tipo de auxilio financiero, bajo la figura de un subsidio especial. Desde 2010 el componente del monotributo que se destina a las obras sociales está congelado en $93.
Los gremios ya le advirtieron al Ejecutivo a través de diversos canales que si ese monto no es ajustado en forma urgente (exigen un piso mínimo de $180) dejarán de brindar prestaciones a esos contribuyentes. El caso del servicio de casa de familia es similar, con el aporte congelado desde hace tres años en 60 pesos.
“La irrupción del monotributo ha provocado un colapso prestacional en las obras sociales sindicales”, dijeron desde Osecac. (APFDigital)
http://www.ignacioonline.com.ar/2013/07/osecac-otro-aumento-del-coseguro-a-24-pesos.html
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