Al menos tres delincuentes entraron anoche a los tiros a una sucursal del supermercado «La Anónima» situada en el sector oeste de Trelew y luego de encañonar a tres cajeros, un vigilador, otros empleados del lugar y a un policía, con el que posteriormente se tirotearon y huyeron llevándose la recaudación estimada en varios cientos de miles de pesos.
En ese momento las instalaciones estaban repletas de clientes, había entre ellos mujeres y niños que al oír los disparos optaron por arrojarse al piso, ocultarse detrás de las góndolas o al fondo del supermercado.
El conmocionante episodio ocurrió alrededor de las 20 en el supermercado «La Anónima» que está ubicado en las inmediaciones de avenida La Plata y Ramón y Cajal, frente al barrio Progreso de Trelew. Y hasta anoche -al cierre de esta edición- la policía no tenía pista alguna de los asaltantes, que habrían huido en dos motocicletas de mediana cilindrada. Aunque las autoridades contaban con las características de los vehículos y alguna sospecha de quiénes pudieron haber participado del atraco.
Se habla de que el botín que se llevaron sería muy abultado. Hubo gente que se descompuso del susto y que posteriormente -mientras la policía realizaba las diligencias de rigor en el lugar del hecho- debió ser asistida por personal médico del hospital.
El policía que se encontraba custodiando el supermercado mantuvo un intercambio de disparos con los asaltantes cuando éstos huían, luego de ser reducido por ellos al momento de su repentino y sorpresivo ingreso.
Desconocía el suboficial que trabaja en la Comisaría Tercera de esta ciudad si había logrado herir a alguno. Fue un hecho pocas veces visto en la zona.
Una mujer que se encontraba comprando en el supermercado habló después con EL CHUBUT y mientras trataba de calmarse asimisma, intentando entender lo sucedido le contó a este diario: «Los tres sacaron las armas y tiraron tiros adentro ¿a vos te parece?», preguntó una de las tantas clientas que había en ese momento en el supermercado. «¿A vos te parece? Está la gente comprando, los empleados trabajando; «¡no es así!», añadió muy enojada. «¡Esto ya no da para más!», exclamó.
¿Había mucha gente? Se le consultó. -»Si estaba todo el mundo comprando, esta es una hora en donde todos vienen a compra, siempre-», respondió. ¿Asaltaron a los cajeros? Se insistió. «A los tres cajeros», confirmó, «y se fueron para allá (dijo indicando hacia el este) y el policía apuntó y tiró, más bien.
El tiró, y que sea lo que Dios quiera, y tiene razón», acotó, refiriéndose al uniformado que mantuvo un intercambio de disparos con los ladrones al momento en que estos abandonaban el supermercado.
«Esto ya no es normal», sostuvo después. -¿Y la gente que hizo en ese momento? ¿Se habrán quedado todos tranquilos?, se le preguntó «Y qué podés hacer en ese momento más que tirarte debajo de una góndola; otra cosa no podés hacer. Y los chicos trabajando», dijo, refiriéndose a los empleados y empleadas del centro comercial. ¿Usted vio salir a los malvivientes? Volvió consultársele a lo que la testigo respondió: «Sí. Vinieron hacia acá (hacia la línea de cajas), sacaron las armas, empezaron a los tiros, me crucé para el otro lado y después pasé corriendo (buscando la puerta de acceso) a ver si a los chicos los habían lastimado, porque a mí me interesaban ellos que están todo el día trabajando, acá adentro», confió.
Finalmente se le preguntó si estaban encapuchados los malandras, a lo que contestó: «Y sí, más bien, ellos no te van a mostrar el rostro».
Anoche la policía trabajaba en el barrio Oeste y las Mil Viviendas porque las autoridades presumían que en alguna vivienda de esos sectores los delincuentes habían buscado refugio.
http://www.elchubut.com.ar/nota/69815-motochorros-asaltaron-a-los-tiros-sucursal-de-supermercado-tras-reducir-a-policia-y-vigilador/
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