MENDOZA - Supermercados Átomo: una cadena de explotación y maltrato que no quiere delegados

Entrevistamos a Jonathan Neira, trabajador y delegado de la empresa perteneciente a la familia Millán, que hoy enfrenta a un juicio de desafuero en un claro ataque a su actividad sindical.

 
¿Cuanto hace que trabajas en el empresa?

Hace 9 años que entre a trabajar al Átomo, primero en el sector lácteos y feteado, después me trasladaron sin previo aviso a la sucursal central como represaría por haber presentado un certificado médico. Es ahí donde veo que había una convocatoria para la elección de delegados y al enterarse la empresa de mi curiosidad por la parte sindical digamos, me vuelven a trasladar a la sucursal donde trabajo ahora.

Ahí fuiste elegido delegado…

Claro, ya cansado de ver tantas injusticias conmigo y mis compañeros, en el 2013 me presente como delegado de mi sucursal porque creí que así era la forma de mejorar las condiciones de nuestro laburo. Ahí empezó el ataque de la empresa, antes de la elección trasladaron a 4 compañeros que creían que iban a votarme, el día de la elección le dieron franco a varios para que no vayan, aumentaron la seguridad y les metían presión para saber quiénes eran los votantes amenazando que los iban a echar. Así y todo fui elegido, hasta ahí nunca hubo delegados en esa sucursal.

¿Cuáles son los principales reclamos por los que pelean?

Cuando fui elegido las condiciones laborales eran peor que ahora todavía, no se pagaban las horas extras, los francos y las vacaciones, no te daban ropa, no había salida de emergencia y la mercadería se almacenaba al aire libre, se llovía media sucursal, no teníamos ningún lugar para desayunar y un solo baño, además del maltrato constante de jefes y supervisores. Así que hicimos la denuncia en la subsecretaria de trabajo y en algunos medios. Eso tuvo repercusión y fueron los inspectores a verificar e intimaron a la empresa para que modifique la sucursal. Es ahí cuando la empresa se pone de punta contra mí y me inician un juicio por desafuero. Luego se hizo público un video donde la señora Elodia Millán viene a “apretarme” para que termine con mi actividad gremial.

Es un claro ejemplo de persecución sindical.

Claro, me persiguen porque saqué a la luz que es verdad lo que se dice y se rumorea que pasa en los átomos y porque soy un delegado que está peleando por los derechos de sus compañeros. Los átomos son una cadena muy importante de los Millán que además tienen bodegas y varias empresas en Mendoza, San Luis, San Juan y Córdoba y en todos lados sus trabajadores sufren los mismos maltratos. Hay muchos casos de abusos, juicios a delegados, hasta llegaron a golpear a un delegado de una sucursal y obligar a desnudarse a un trabajador. Por ello hemos hecho marchas, denuncias y reclamos con el sindicato, porque estas prácticas ilegales de persecución y violación de nuestros derechos laborales más elementales la sufren mis compañeros en todas las sucursales.

¿Cómo sigue tu lucha contra el desafuero?

Y ahora es importante que esto se haga visible, y que se luche y se pelee, porque si pasa mi caso después van a venir por todos los trabajadores, vamos a estar peor todos. Porque yo estoy por mis compañeros y por las familias de mis compañeros. Porque nos sacan dinero y tiempo que tendríamos que disfrutar con nuestras familias y son miles los trabajadores que se ven pisoteados por esta empresa.

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