La cadena de supermercados Coto envió telegramas de suspensión a 100 empleados de sucursales rosarinas y a otros 50 de Santa Fe. Argumentan que la sanción de la ley de descanso dominical los perjudica económicamente. El secretario adjunto de Empleados de Comercio, Juan Gómez, dijo a Cruz del Sur que en los locales hay barrabravas traídos de Buenos Aires para impedir que ingresen esos trabajadores. “Es un claro acto de extorsión de Coto a los legisladores para que no voten la ley”, expresó. El gremio ya radicó la denuncia en Trabajo y esperan que se convoque a una audiencia.
Este martes por la mañana los seis locales que la cadena de supermercados Coto tienen en Rosario y Santa Fe comenzaron su jornada laboral en un medio de un clima tenso: con hombres robustos y trajeados flanqueando el ingreso. Desde la Asociación Empleados de Comercio de Rosario denunciaron que se trata de barrabravas que la firma trajo de Buenos Aires para impedir el ingreso de los cerca de 200 trabajadores que recibieron telegramas de suspensión por 30 días.
“La empresa argumenta que es porque se verán perjudicados con la sanción de la ley de descanso dominical. Esto es un claro acto de extorsión de Coto a los legisladores para que no la voten”, afirmó a Cruz del Sur el secretario adjunto del gremio, Juan Gómez. Cabe recordar que la ley de descanso dominical –que prevé que los comercios cierren sus puertas los días domingo– contó la semana pasada con la aprobación del Senado provincial (con algunas modificaciones) y ahora quedó en manos de la Cámara baja para su sanción definitiva.
Según explicaron a este medio desde el gremio, los trabajadores suspendidos son 150: 100 distribuidos en los cuatro locales que Coto tiene en Rosario, y 50 en los dos de la ciudad capital. La suspensión es por 30 días y sin especificar si es con o sin goce de sueldo.
La situación puso en alerta a los mercantiles, quienes ya hicieron una presentación en la cartera de Trabajo provincial y que por estas horas analizan si disponen de algún tipo de medida de fuerza para repudiar el accionar de esta empresa.
Gómez advirtió sobre la metodología “de apriete” que utiliza la empresa para impedir que los trabajadores suspendidos ingresen a cumplir su jornada laboral y denunció que los hombres trajeados apostados en los accesos a los locales “son barrabravas que trajeron de Buenos Aires; algunos son de Chacarita”. “Ese es el método de Coto. Buscan meter presión a los legisladores y usan a los empleados de rehenes. Es una extorsión lisa y llana”, remarcó.
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